viernes, 23 de agosto de 2013

Fin de Fiesta (leáse texto, me llevo su tiempo, jejeje...)

En los tiempos actuales, es práctica habitual que las fiestas de los pueblos, terminen con una salva de fuegos artificiales, que en menor o mayor medida resultan un espectáculo que atrae y gusta a la gente.
Antes las fiestas terminaban a veces, por orden de la autoridad gubernativa.
A mi retina vuelven las imágenes de las fiestas de La Portilla (Llanes,Asturies) que pasadas estas fechas, ya daban el carpetazo definitivo a los veranos llaniscos.
Retengo la imagen de catorce guardias civiles, con capotes, capa y mosquetones, que agrupados se dispusieron en el centro de la romería.
A día de hoy, desconozco el motivo, pero era poco mas de la medianoche, no era mi noche ideal y me había batido en retirada a la espera de los anunciados churros con chocolate, para eso de las seis de la mañana, que la Churrería Donaire, nos hubiera ofrecido con todo el amor del mundo y que nosotros hubiéramos encajado sin duda, en nuestros estómagos a esa hora confundidos por el cansancio, el sueño y el hambre.
El anuncio de los apetecibles churros se trastocó y por orden de la autoridad gubernativa, se cerró la fiesta. Y todos para casa sin rechista, no hubiera sido cosa, que todavía en plena dictadura, te hubieran caído dos hostias, como bajadas del cielo, o incluso un sutil culatazo.
Resultado pues de la cuestión, vuelta a la villa de Llanes, buscar un portal abierto y aguantar hasta las siete de la mañana al primer tren hacia el occidente , que nos llevara a nuestro querido Infiestu.
Quiso el destino, que pasados unos años, en Pola de Siero (Asturies), fallecido de cuerpo, pero no de alma el viejo dictador, en plenas fiestas de los Huevos Pintos, nos tomaramos la revancha, personalmente así lo interpreté.
Escenario y protagonistas distintos, pero esta vez la retirada para casa, tenía el regusto dulce de la victoria,
En plena transición democrática, y digo lo de transición por no decir transacción, que visto lo visto, no nos llevó ni lleva a ninguna parte esta seudodemocracia.
Sin desviarme del tema, que a mi a poco que me lo pidan, o sin pedirmelo me voy por los cerros de Ubeda. Pues esa noche fue la noche de la revancha ,de la finiquitada por anticipada fiesta llanisca. El motivo fue entrar gratis al baile en la cerrada Plaza de Abastos de La Pola, si bien al principio andábamos con sutilezas , falsificando los sellos de entrada y salida la recinto, luego ya se convirtió en una avalancha que al grito de "El baile de papu ye munchu más guapu", nos permitió disfrutar por la patilla, como se dice ahora, de la fiesta.
A partir de ahí la gente entendió o quisimos entender que se había roto una barrera, y un chaval fué detenido por los municipales y llevado al "cuartón",Desde dentro seguro que tuvo que oir los gritos de " Amnistía y libertad" que al son de la gaita asturiana del maestro Chema de Ceceda, se adueñaron de la noche.
Cuando horas mas tarde acudieron los antidisturbios, poniamos proa a casa con el dulce sabor de la victoria y sabiendo que nos habíamos tomado la revancha años mas tarde, con premeditación, nocturnidad y alevosía.

1 comentario:

  1. De no haber vivido situaciones parecidas , parece una novela , pero por desgracia , todas estas vivencias son reales ( ojalá nunca mas vuelvan a suceder , aunque el camino que llevamos ....)
    Excelente blog , amigo ; un abrazo

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