jueves, 28 de marzo de 2013

Aún no te has ido y ya te estoy añorando ...nieve.

Aún no te has ido y ya te estoy añorando ...nieve.
Desde la ventana mágica, nada puede ser mejor que levantarse y encontrarse con la nieve.Ténue, leve, ligera nevada muy lejos de los ochenta centimetros, que en el año 1954 cubrieron las calles del viejo Lucus Asturum.Yo desde luego no estaba allí en ese momento, todavía era un proyecto flotando en el limbo.Pero así me lo contaron y así os lo cuento.
Cuando desvarío, suelo coincidir con las canículas de Agosto, entonces echo maldiciones e imploro a los espíritus que caiga una nevada que llegue a la altura del ático donde vivo,Para así cobrar a los vecinos un peaje por salir a la calle.
Creo que exagero un poco , pero esa nevada de los años cincuenta me haría feliz.

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